Hace unos meses te hablé de Lucy Vixen, una gorda que está buena. Y hoy vengo a reafirmar lo que te dije entonces. Con las gordas pasa una cosa muy curiosa, se pasan media vida promulgando la belleza de la mujer real, defendiendo la belleza alternativa y ese tipo de cosas, hasta el día que se cansan y descubren que perdiendo peso el abanico de posibilidades publicitarias aumenta considerablemente.
No sé si será por la suculenta proposición de una empresa de alimentos macrobióticos para una de sus campañas de publicidad, pero no es de extrañar que un día aparezca una de estas maravillosas gordas en instagram desayunando un batido de algas, de esos que causan vergüenza ajena.
Por eso cuando una gorda que está buena es leal a su gordura y no quiere traicionar la condición que la hizo famosa, es motivo de gozo verla retozar fiel a sus principios. Como es el caso de Lucy Vixen, una de esas rarezas inglesas que son guapas.
Juzgando esta fotografía del pasado 31 de mayo de 2017, no sólo diría que Luxy V. está igual de gorda e igual de buena, sino aún más si cabe.