Mirad qué curiosa forma acaba de sorprenderme justo antes de afeitarme, un precioso pájaro blanco se ha posado sobre mi mano como por arte de magia. En el tiempo que he tardado en coger el móvil para hacerle la foto se ha bajado un poco la espuma perdiendo parte de vistosidad, pero aun así sigue siendo una preciosidad. La sensación de ver cómo esta forma tan caprichosa se ha formado en un segundo tras salir del bote como un rayo ha sido gratificante.