No nos quieran engañar, unos Juegos Olímpicos no traen riqueza para la población del país donde se celebran, sólo enriquecen aún más los bolsillos que ya están llenos, de ahí el interés de los gobiernos que rivalizan como niños de colegio y hacen el ridículo más espantoso para conseguir algún tipo de rédito.
Da igual si por el camino se destrozan unas cuantas vidas de la población más humilde o se explotan hasta reventar los recursos urbanísticos de zonas que pasadas las Olimpiadas caerán en el mayor de los abandonos.
Cerca de la zona Olímpica de Río de Janeiro, en Vila Autódromo, permanecen 50 familias que se aferran con todas sus fuerzas a seguir en sus casas. Están derribando toda la zona mientras se levantan a su alrededor grandes estadios y edificios. Vila Autódromo es una zona de favelas que ellos mismos denominan como "El Paraiso" debido a la escasa violencia que registra el barrio en comparación con otras zonas pobres de la ciudad. El 90% de los que vivían allí aceptaron la indemnización y se fueron a otra parte, pero una parte se niega a hacerlo.
Paraos un instante a observar esta maravillosa imagen del fotógrafo Ricardo Morales (Reuters), y digo maravillosa en cuanto a valor artístico/técnico no al reflejo de esa realidad. Para mí es la que más me gusta de la sesión que hizo para la agencia. Fijaos en ella, en sus detalles, en la expresión de esos niños. Intentad pisar ese suelo y comprender la situación.
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| Ricardo Morales, Reuters. |