Las generaciones actuales que están creciendo con internet están acostumbradas a consumir todo el contenido directamente de la nube, básicamente música y películas. Quizás no sepan que hasta hace muy pocos años si se quería ver alguna película o escuchar algún disco no quedaba otra que bajarlo.
Las formas para conseguir contenido han ido evolucionando muy rápidamente, recuerdo que los primeros archivos musicales que bajé fueron midis, el wav era impensable por su tamaño y el mp3 estaba por descubrir. Bajar películas era algo inimaginable y los primeros vídeos porno eran pequeños avi o mpg que oscilaban entre 5 y 10 segundos de duración a una calidad primitiva. Todo se bajaba de servidores con módems de 33,6 kb/s y más tarde con los de 56,6 kb/s. Ne existía el ADSL (ni el RDSI) así que conectarse a internet era lento y costoso, todo se debía guardar como oro en paño para amortizar las horas de conexión.
Mi hermano y yo nos despertábamos a las 4 de la madrugada, hora en la que las redes telefónicas están más liberadas para bajar archivos a más velocidad, recuerdo que tardábamos más de una hora en bajar archivos de 7Mb, las tarifas te permitían conectarte de seis de la tarde a ocho de la mañana a un mejor precio, eso sí, si levantabas el teléfono para recibir o hacer una llamada la conexión se te cortaba y tenías que volver a empezar la descarga desde el principio (hasta el descubrimiento del GetRight, programa que te permitía reanudar la descarga desde su corte).
Internet cambió radicalmente con la llegada del ADSL en tarifa plana y los programas P2P. Fue sin duda una gran época, el tener todo tipo de contenido multimedia al alcance de la mano hizo que nos volviésemos locos con las bajadas, las colecciones tanto de cine como de música comenzaron a subir como la espuma. Quedábamos entre amigos para intercambiar archivos, las tarrinas de CD volaban, aquello fue la mejor red social de la historia.
Los nuevos programas P2P fueron desbancando a los más antiguos hasta que el streaming y la apertura de internet a las masas (padres, cuñados y gente que no era geek) hizo que todo aquello quedara en el olvido. eMule, napster, audiogalaxy, kazaa, eDonkey, Ares, todo aquello desapareció o ha quedado reducido a grupos muy marginales. Hoy día la gran mayoría consume contenido por streaming, spotify, youtube, xvideos... nadie siente la necesidad de bajar contenido porque creen que siempre estará ahí.
Yo soy de la vieja escuela, he visto a gigantes de internet caer, lo que hoy es gratis y legal mañana puede no serlo. A mí me gusta ver las películas en la televisión, escuchar música en el coche y ver pornografía de alta calidad, y todo eso quiero hacerlo sin necesitar estar conectado, no quiero depender de estar online para hacer todas esas cosas. Al igual que antes lucíamos orgullosos estanterías llenas de cintas de casette, discos de vinilo, DVD o cintas VHS, hoy también quiero lucir orgulloso una colección en mp3, mkv y pdf.