Me pasa una cosa muy curiosa con instagram y es que no echo de menos a la red social en sí pero sí el modus vivendi de cuando la tenía. Es decir que añoro lo que hacía en el mundo real por y para esa red social pero no la parte virtual. Lo fácil sería decir que estuve 'enganchado' a instagram pero todo el tema este es mucho más profundo, así que empezaré desde el principio.
Iba a decir que yo antes era un apasionado de la fotografía pero actualmente también lo soy, lo que antes era, y ahora no, es un loco que fotografiaba todo lo que tenía delante. Estoy hablando de antes de instagram, de hecho de antes de flickr, facebook y de las redes sociales en general. Yo antes hacía fotos por el placer de hacer fotos y tenerlas guardadas. Hacer fotos por el placer de hacer fotos sin la vanidad de compartirlas es una de las cosas que desconoce la generación actual.
¿Qué pasó entonces con instagram? Después de mucho estudiar mi caso creo que instagram me reeducó, es decir que cambió mi forma de aplicar el método fotográfico que antes usaba y lo hizo sin darme cuenta. Un buen día dejé de salir a la calle con mi cámara compacta y delegué en el teléfono móvil toda la responsabilidad. A partir de ese momento comencé a prestarle más atención a instagram en detrimento de flickr. Poco a poco fui instagramizando mi estilo que por cierto no me costó nada ya que a mí la fotografía en formato cuadrado siempre me ha gustado, porque no sé si lo recuerdas pero en los primeros años de instagram sólo se podían subir fotos 1:1. Al tiempo facebook compró instagram y convirtió aquello en el frenopático social que es hoy. Así que como hice con todas mis redes sociales, cerré mi cuenta.
¿Qué es lo que pasa ahora? Pues que me he dado cuenta que por alguna extraña razón desde que cerré instagram no he vuelto a hacer fotos como las hacía antes, o sea que no he vuelto a mi estado preinstagram con mi cámara compacta, sencillamente he dejado de hacer fotos y lo echo bastante de menos.
Sé que tiene fácil solución, sólo tendría que comenzar a hacer fotos desde mañana mismo sin ánimo de subirlas a instagram pero sé que no lo voy a hacer. Me refiero al tipo de fotos que se hacen en instagram y que yo básicamente centraba en comida y mi forma personal de ver el mundo. Es más, si volviera a usar instagram para recuperar mi estilo de vida de antes, en realidad lo que estaría haciendo sería fomentar la mala conducta que me destruyó. Ya lo sé.
Posiblemente estés pensando que le doy demasiadas vueltas a las cosas. Que no es necesario toda esta milonga para volver a usar instagram como lo hacía antes. Y probablemente tengas razón, pero como soy un genio sin amigos me veo en esta situación tan pintoresca.
No me importaría volver a usar instagram porque ya sé que es un agujero infecto, en realidad lo que temo es volverlo a cerrar dentro de tres semanas porque eso me haría sospechar de forma seria que tengo alguna especie de tara mental con las redes sociales. Aunque si te pones a pensarlo bien el echar de menos hacerle fotos a platos de comida prácticamente confirma que soy un tarado. Lo confieso, soy un pornfooder. Ya lo era mucho antes de la creación de las redes sociales. Sé que es difícil de creer pero yo hacía fotos a platos de comida con una cámara compacta cuando no existían las redes sociales. Por ejemplo esta foto la hice en 2004, tres años antes de que facebook lanzara su versión en español y seis años antes de que existiera instagram:
Ahora todo el mundo hace las fotos colocando el móvil en la misma vertical desde lo alto, lo que en fotografía se llama punto de vista cenital. Es posible que instagram pusiera de moda ese punto de vista, pero fuimos genios como yo cuando en 2004 ya hacíamos fotos con planos cenitales:
Me traía sin cuidado el lugar donde me encontrara, siempre hacía fotos, ya fuera a un 'doblaillo' en el puerto de Cádiz o a un salmorejo de pimientos con anchoas y pato en un restaurante de 80€ por comensal:
Ahora todo el mundo hace las fotos colocando el móvil en la misma vertical desde lo alto, lo que en fotografía se llama punto de vista cenital. Es posible que instagram pusiera de moda ese punto de vista, pero fuimos genios como yo cuando en 2004 ya hacíamos fotos con planos cenitales:
Me traía sin cuidado el lugar donde me encontrara, siempre hacía fotos, ya fuera a un 'doblaillo' en el puerto de Cádiz o a un salmorejo de pimientos con anchoas y pato en un restaurante de 80€ por comensal:
La corriente pornfood guarda cierta similitud con las gordas, quiero decir que hace tan sólo unos años eran conductas que tenías que ejercer en la sombra porque eran incompatibles con la sociedad. Un día de buenas a primeras el mundo se levantó con revistas llenas de gordas y redes sociales llenas de platos de comida. Gracias a gente como yo. Los conquistadores del siglo XXI.
Creo que es el momento perfecto para confesarte otro de mis fetiches, algo que siempre he contemplado con admiración pese a la incomprensión de cuantos me rodeaban. Estoy hablando de las fotografías de platos combinados de ventas de carretera. Son maravillosas. Hay fotografías de los 90 que aún se conservan en algunos restaurantes que son verdaderas obras de arte. Soy tan entusiasta de la fotografía gastronómica que podría escribir un libro hablando sobre las distintas corrientes, como por ejemplo la fotografía de chiringuitos y restaurantes de paseos marítimos, por la costa de Málaga hay verdaderas joyas de platos de calamares y sardinas en espeto sobre manteles lisos de color azul. O por ejemplo las cazuelas de guisos sobre mantel a cuadros típicas de bares de camioneros. De hecho me gustan tanto que al igual que la gente hace en los museos con las obras de arte, yo hago fotos a esas fotos de comida.
Esta obra de arte es el muestrario de bocatas del mirador del Estrecho, un rincón maravilloso de la costa de Cádiz desde donde se puede contemplar el trasiego de grandes buques mercantes entre Europa y África mientras te comes un bocadillo de melva con pimientos. Es uno de mis muchos rincones mágicos de la costa gaditana y para que me entiendas, tiene un 'Velázquez Pornfood'.
Llegados a este punto me encuentro en disposición de afirmar que lo mejor sería volver a usar instagram para recuperar el espíritu fotográfico de antes. Mi cuenta personal de toda la vida ya la cerré hace mucho, rondaba los 300 seguidores y confraternicé con otros instagramers de mi zona haciendo de mí un ser mínimamente social. Pero aquello terminó cuando facebook le dijo a mi prima la del pueblo que esas fotos eran mías. Al tiempo volví a abrir otra cuenta para subir mi archivo fotográfico de porno retro restaurado pero terminaron eliminándome todas las fotografías pese a subirlas previamente censuradas. Esa es la cuenta que aún conservo pero no utilizo. No pienso abrirme otra así que utilizaré esta para comenzar otra vez a subir fotos. Creo que lo mejor sería mezclar un poco la esencia de las dos cuentas, es decir volver a subir fotos de mi particular visión del mundo pero también algunas de las cosas que publico aquí. Si quieres puedes seguirme, esta es mi cuenta y en breve comenzaré a subir fotos.
Estas son algunas fotos de mi cuenta de instagram antigua:
Estas son algunas fotos de mi cuenta de instagram antigua: