Si te soy sincero no pensaba hablar del teléfono que me compré hace un par de días, pero claro, no contaba con el reciente anuncio de Apple. Antes de nada es conveniente que sepas que Apple acaba de anunciar el nuevo Mac Pro por 5999$, un monitor por 4999$ y atención, el soporte para el monitor por 999$. Total que el nuevo pack para gente mediocre de Apple te sale por 12.000 pepinos.
Todo este despropósito me ha hecho pensar en los precios que están alcanzando los teléfonos móviles y esa necesidad estúpida por cambiar de terminal cada vez que sale un nuevo modelo.
Yo desde que me cerré las redes sociales sólo uso el móvil para llamar, mensajería y correo. Rara vez abro el navegador o la aplicación de youtube para ver algo. Odio usar el teléfono como si fuera un ordenador, entre otras cosas porque no lo es, por mucho que se empeñen algunos en decir lo contrario. De hecho las personas que creen que el móvil es como un ordenador es porque no tienen ni puta idea de lo que es realmente un ordenador porque nunca lo han usado de verdad.
Como soy una persona con criterio, jamás me he dejado llevar por la tontería esa de las marcas y siempre lo que he comprado lo he hecho basándome en mis necesidades. Yo de Apple sólo tengo un iPad porque me lo regalaron y el iPhone 5S, el mismo que se me rompió hace una semana. Efectivamente, hasta hace pocos días he estado usando un móvil que se lanzó hace 6 años. El iPhone 5S fue el último gran producto de Apple. El truco para que un producto tan antiguo siga funcionando como el primer día no es fácil, para burlar la obsolescencia programada hay que entender el funcionamiento del producto y saber en qué actualización debes plantarte. Como te digo a mí es algo que me ha resultado fácil porque al no tener una docena de aplicaciones chorra que actualizar, me he permitido el lujo de estirar más la vida del producto.
El caso es que se me cayó el móvil al suelo, como tantas veces me ha pasado, pero esta última vez con fatales consecuencias. Sonó como un petardo, la pantalla se me quebró en mil pedazos y claro, una cosa es que no me importe tener un móvil antiguo y otra cosa es ir dando vergüenza por la calle. Así que me puse a buscar teléfonos con la pantalla pequeña. Siempre he pensado que los teléfonos con pantallas gigante son cosa de mujeres, un hombre de verdad, de los que guardan las cosas en el bolsillo y no en uno de esos bolsitos bandolera para afeminados, lo que necesita es un móvil pequeño para poder guardárselo con comodidad.
Total que al igual que me ha pasado con las redes sociales, un hombre de palabra tiene que dar ejemplo con sus actos, así que con el particular criterio que me caracteriza, desoí las voces de la presión social y me guié exclusivamente por mis necesidades. Apareció en la pantalla de mi ordenador como por arte de magia el nuevo Alcatel 1S, un octacore de 3GB de RAM, sinceramente a mí las características me la sudan, sólo lo voy a usar para lo que te comenté antes, lo que me llamó la atención fue su precio, 99€. Así que por ese precio ni me molesté en mirar otros. Lo compré y al día siguiente llegó a mi casa.
Llevo ya un par de días con el Alcatel 1S y sin duda ha sido un acierto comprarlo. Cubre totalmente mis necesidades y refuerza aún más la individualidad con la que siempre camino.
Comprar móviles caros se ha convertido en un acto de mediocridad, igual que publicar tu vida en redes sociales y hablar a gritos por la calle. Sé el primero en enterarte y hazme caso que yo en estas cosas no suelo equivocarme, los móviles caros son cosa del pasado. La gente inteligente a partir de ahora comprará móviles baratos, de esos que no te duele el alma cuando se te caen al suelo y puedes renovar cada año sin sentirte un auténtico gilipollas.