Últimamente me habrás notado algo ausente de internet y el motivo es que he estado una temporada en Nueva York. Allí tenía wifi, roaming y todas esas pamplinas de viajero flipao, pero la verdad es que no me apetecía nada sentarme a escribir. Verás, un blog no es una novela de ficción escrita por un junta letras, un blog (al menos el mío lo es) es una conversación sincera entre amigos de internet, así que "yo escribo" equivale a "yo te hablo", y prefiero hablarte desde el sosiego en lugar de andar dando voces como hacen los mediocres en los bares de copas, que es básicamente lo que se hace en las redes sociales, sin embargo un blog equivaldría a una conversación de sobremesa entre caballeros, reposando una copiosa ingesta entre humo de puros y el canto de los hielos retozando en un bourbon muy caro.
Aunque si te soy sincero no pensaba escribir nada de Nueva York, créeme, ni tan siquiera decir que la he pisado, me da un poco de vértigo que confundas fleshfly con uno de esos blogs de viajeros que cuentan cómo ahorrar dando vergüenza ajena. Lo que pasa es que ayer me comí una hamburguesa en un Five Guys y quería, como hago siempre, compartir mis ocurrencias contigo.
Lo más interesante que puede hacer una persona decente cuando viaja es comer todo lo que se le antoje, aunque el antojo sea un infecto bocadillo con salsa muy picante a las cinco de la mañana. Y eso es lo que he hecho yo, comer y decepcionarme. Decepcionarme porque muchas de esas hamburguesas famosas que aparecen en las "listas de mejores hamburguesas" han resultado ser un rotundo fracaso. Verás, la gente mediocre es fácilmente impresionable, los hay hasta que se creen que están comiendo en un lugar especial porque las servilletas son de tela y el nombre del restaurante aparece en la guía Michelín. Ahora que lo pienso creo que podría escribir un libro hablando sobre restaurantes ultracaros para gente mediocre y tabernas infames donde se come de lujo.
A lo que voy, he estado pensando qué hamburguesa ha sido la que más me ha gustado teniendo en cuenta múltiples factores y al final me he decantado por esta hamburguesa:
Estas son las hamburguesas del Shake Shack, y te voy a explicar qué dos factores han hecho que esta sea la hamburguesa elegida, lo primero el pan, es tierno, suave, da gusto comer una hamburguesa con tan buen pan, y lo segundo:
Las patatas. Son una obra maestra. Sin duda lo mejor del Shake Shack. Están tan buenas que te hacen salir a la calle en plena noche, saltar sobre mendigos durmiendo en las aceras, sortear montañas de basura apiladas en las calles, mezclarte con gente muy extraña y hacer un pedido para llevártelas a tu habitación.
Ya que te he contado cuál ha sido la mejor hamburguesa, supongo que estarás deseando saber cuál ha sido la peor. No te preocupes que ahora mismo te lo voy a contar, ya te dije antes que esto era una conversación entre amigos. Como te iba diciendo, cada día al salir del hotel pasaba por la puerta de un restaurante que estaba siempre a reventar de gente, el Junior's, pegado a Times Square. Total que no pude resistirme y entré. Maldita la hora, porque cuando te cobran caro pero la comida es buena, sales con una sonrisa en la cara, pero cunado te cobran caro y la comida es una basura te vas del restaurante cabizbajo y con el ego herido.
La verdad no recuerdo cuánto me cobraron exactamente pero esta es la basura que me sirvieron:
Una maldita hamburguesa seca con un pan aún más seco y un acompañamiento de mierda. En fin, un momento para el olvido. No quiero aburrirte pero me sabe mal hablar de hamburguesas y no citar a McDonald's.
La gente vulgar cree que el BigMac es igual en todas las partes, es sorprendente, porque cualquier persona con un mínimo de paladar podría distinguir no entre BigMac de diferentes países, sino entre BigMac de distintas ciudades dentro de tu país. Yo por ejemplo los mejors BigMac que me he comido han sido en Madrid, creo que son los BigMac que más saben a BigMac, ya sabes a qué me refiero. Los BigMac de Nueva York no están mal, pero hay algo que me sorprendió para mal, y es que en los McDonald's de Nueva York no sirven Coca-Cola Zero, de hecho en muchos lugares no tenían Coca-Cola Zero, sólo Light, es algo que me jodió bastante.
La conclusión de todo esto es que me gustaron más las pizzas que las hamburguesas, pero de eso te hablaré en otra ocasión.