Me ha llegado un correo electrónico bastante interesante. Quitando el correo de un señor de Valencia que se excitó con el poblado sexo de su mujer a consecuencia de la cuarentena, la historia de Mzdizzi, la abuela que decidió desnudarse y el de otra mujer que me envió un set de fotos en pelotes que creo publiqué censuradas porque aquello apestaba a novio despechado, jamás he publicado un correo. Pero esta ocasión es diferente, te explico:
Vero es una buena moza de 29 años, amante del porno retro, los clásicos de terror y música en soporte físico, y además de escribirme un fantástico relato contándome una historia sorprendente de porno bizarro muy interesante, también ha tenido el detalle de adjuntar una fotografía en agradecimiento a mi sobresaliente labor en el campo de la excelencia.
Lo que no me ha revelado esta joven, es si tiene el chocho peludo. Quizás se lo pregunte la próxima vez que hable con ella.
ANNIE SPRINKLE: Early years (73-83)
Siempre que escucho hablar sobre porno marginal y perversiones varias me viene a la cabeza el mismo nombre: Annie Sprinkle. Así que he decidido hablar sobre ella basándome en mis fragmentos favoritos de una especie de documental que hizo en 1999, en el que ella misma nos cuenta con mucho salero cómo entró y evolucionó dentro del mundo del porno: Annie Sprinkle's Herstory of Porn.
Annie entró en contacto con el mundo del porno en 1973, cuando tenía 18 años y trabajaba como chica de las palomitas en un cine X. Por aquel entonces se proyectó Garganta Profunda y cuando la vió pensó algo como "uy, yo tengo que aprender a hacer eso". Bueno en realidad eso es lo que pensé yo, pero me imagino que ella pensaría algo bastante parecido porque pocas semanas después conoció a los mismísimos Linda Lovelace y Gerard Damiano, y le pidió a éste último que le enseñara a hacer la garganta profunda. Y lo hizo.
Después de esto grabó su primera película "Teenage deviate", que no tenía guión sino que ella improvisaba el papel de paciente de un psiquiatra. Después de esto grabó escenas de intercambio de parejas, depilación de chocho a todo detalle seguido de masturbación con cepillo de dientes, sexo con un enano al que conoció y pensó que juntos podían rodar escenas en posturas muy divertidas, una película que mezclaba porno y terror (según ella, "la película que Hitchcock siempre quiso hacer pero le faltaban huevos"), dobles penetraciones y algunas cosas que no sé muy bien como describir:
A partir de 1977 decidió que quería experimentar y que nada era demasiado bizarro para ella, así que empezó a trabajar con directores menos convencionales y probar fetiches varios: grilletes, escenas de violación, meterle medio brazo por el culo a un tío, lamer y follarse muñones, quitarse tampones y compresas delante de la cámara, etc. Estuvo en la primera escena que se filmó de una chavala haciéndose un piercing en el chocho (aunque no era ella la que se lo hacía).
Y con esto llegamos a una de las escenas que más me impactó: la lluvia arcoiris. Básicamente la escena consiste en ella y un maromo poniéndose tibios a comer, y luego vomitarse encima. ¿La lluvia dorada? Bah, muy visto. Aunque también tiene películas con esa temática, casi parecen algo inocente después de haberla visto vomitándole a un tío en la cara.
En 1982 llegó a la conclusión de que en un mundo de porno hecho por hombres, ella quería tomar las riendas y hacer su propia película, así que escribió un pequeño guión, encontró a un tío con mucho dinero, se puso de rodillas y le convenció de que produjera su película "Deep inside Annie Sprinkle". Y llegamos a mi cosa favorita de nuestra amiga, y razón por la que la admiro bastante: iba a salas de cine en las que proyectaban sus películas, se sentaba entre el público hasta que algún espectador desprevenido la reconocía (¡¡pero si tú eres Annie Sprinkle!!) y se lo montaba con su público. Porque no hay nada más bonito que follarte a tus fans, eso es así.
A partir de 1984 empezó a rodar cosas demasiado raras para mi gusto a partir de algunas experiencias más espirituales, y siguiendo ese camino ha llegado a ser sexóloga, stripper feminista, editora de revistas porno, educadora sexual, productora, y se define como ecosexual. Para mi gusto ya es un poco ida de olla, pero en cualquier caso me parece una mujer terriblemente interesante y tengo claro que me tomaría unas cañas con ella.
Démosle todos nuestro agradecimiento a Vero: