Me acaban de mandar por correo unas fotos parcas en calidad, pero han tenido el detalle de dedicármelas con cariño. ¿Qué tipo de hombre sería yo si no dejara constancia del esfuerzo de una mujer que me dedica unas fotos de sus tetas?
Ella es Mia, tiene 30 años y se exhibe desnuda desde los 24. ¿Por qué lo hace? Sólo por el morbo. Cuando subía una foto a las redes sociales, sus contactos respondían con piropos, así una y otra vez, hasta que se dio cuenta que las palabras que recibía eran muy estimulantes, lo que hizo que cada vez mostrara más en sus fotos, dando como resultado una espiral de morbo y fotografías.
Aunque parezca que no, ella es muy reservada, se mueve entre la barrera difusa del morbo y secreto. Yo he visto más fotos de ella que son mucho mejores que estas, pero por ahora sólo tengo autorización para mostrar estas.
Estoy casi seguro que habrá una segunda sesión de fotos, estate atento porque el segundo set será mejor.
Todas las mujeres que se tomen la molestia de mandarme fotos dedicadas, tendrán su momento de gloria en ésta mi humilde web, posada del peregrino de internet.