Supongo que a ti también te pasará, pero de tanto ver chochos a lo largo y ancho de mi vida en internet, he desarrollado una habilidad que me permite adivinar, con bastante porcentaje de acierto, la nacionalidad de la mujer con tan sólo verle el chumino. Hay varios factores que delatan de qué parte del mundo proviene, por ejemplo uno de los factores determinantes a la hora de detectar un chocho asiático es el pelo. Los pelos de los coños asiáticos no son rizados, de hecho parece como si antes de la foto se los hubiesen cepillado como si de un gato persa se tratase, su coloración es de un marcado negro carbón y la piel colindante suele ser fina y elegante.
Utilizo el término asiático porque si complicado es para un occidental distinguir entre china y japonesa mirándole la cara, no me quiero imaginar distinguirlas por el coño.
No creas que el estudio antropológico a través del chocho es una disciplina moderna, que yo recuerde este arte se remonta a finales del siglo XX donde surgieron los primeros pipotólogos. Etimológicamente procede del griego "logos" que significa "ciencia" y el término "pipa" que hace referencia a la expresión coloquial pipa del coño. Para que lo entiendas mejor, un pipotólogo es básicamente un enólogo de brevas, es decir expertos conocedores de los sabores, colores, texturas y aromas que entrañan las codiciadas vulvas.
La pregunta que seguro te estás haciendo ahora es: ¿Soy realmente un experto pipotólogo?
Para salir de dudas he ideado un divertido juego donde te muestro 8 poblados sexos femeninos, de los cuales 7 provienen del imperio del sol naciente y tan sólo uno de ellos contempla antepasados caucásicos.
Obsérvalos con cautela, fíjate en los pequeños detalles y sólo cuando creas tener claro cuál de ellos es el chocho europeo, haz clic en el botón para desplegar las respuestas.
Te deseo buena suerte querido amigo pipotólogo.
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