Muchas veces me he preguntado por qué hay cosas que cuento en mi humilde bitácora y por qué otras no. Me refiero a las cosas que no responden a una lógica, es decir, es lógico no contar cada paso que doy como suelen hacer algunos en twitter, ni tampoco airear intimidades que no importan a nadie. Sin embargo hay estupideces que cuento y otras no. Digo esto porque llevo unos días bastante obsesionado con el thrash metal de los 90, cosa que no pensaba ni pienso contar, lo curioso es que necesitaba "desintoxicarme" un poco de la obsesión de estos días y por caprichos de mi psique, esto sí que quería contar.
He usado Say It Ain't So para tal menester.
Aprovecho la ocasión para compartir esta curiosa censura nipona con la que el imperio del sol naciente le tapó el chocho a Debra Jo Fondren en el año 1977.