Antes le escuché a no sé quién decir no sé dónde que Google, refiriéndose al buscador, había creado algo increíble que no existía. A ver, los algoritmos, la teoría de grafos, la ponderación de la calidad de los hipervínculos... a mí todo ese tema me importa un verdadero carajo. Cuando yo usé el buscador de Google por primera vez, no recuerdo haber notado una gran diferencia con Altavista, por ejemplo. Te cuento esto porque me gustaría que tú, mi querido copiloto en ésta nuestra autopista de la información, hicieras un poco de memoria e intentaras recordar un poco cuáles fueron aquellas primeras sensaciones que tuviste en los albores de google.
De hecho hay una cosa que tenemos que poner en valor de los buscadores pre-google, y es eran portales de búsqueda, es decir que en aquel internet selvático e inconexo, tenías un rincón desde el que poder acceder a distintas secciones a golpe de clic. Claro, a esto que te estoy contando no sabrás verle el valor si no navegaste por las aguas de aquel internet, pero hubo un tiempo en el que era mucho más fácil encontrar los pasos para hacer una bomba de sosa que la última soplapollez que había hecho el político de turno.
Hoy en día han camuflado el posicionamiento de los antiguos portales, en anuncios metidos con calzador, algo que nada tiene que ver con el spam, como dicen algunos, que todo es spam para ellos. De hecho el spam es una parte fundamental de internet con la que llevamos coexistiendo desde siempre y tan ricamente, lo que realmente ha destrozando internet han sido las redes sociales y los teléfonos móviles. Pero bueno que no voy a volver otra vez a lo mismo de siempre. El caso es que yo tenía un montón de cosas guardadas para enseñarte pero ahora mismo no sé dónde tengo nada, qué desastre, bueno por aquí tengo una foto que seguro te va a gustar de Donna Michelle, la que fue Miss December en 1963.
Por cierto el otro día vi una escena de Gloria Leonard, una de las actrices clásicas de los 70, la escena en su sencillez es ella, sentada en el bidé y masturbándose con un primitivo, pero vanguardista para la época, consolador eléctrico. La escena es puro costumbrismo, ya que tras masturbarse, la buena señora echa una meada.
Quiero enlazar esto mismo que te estoy contando con un anuncio que recién están emitiendo en televisión. Verás, yo sé que decir esto en voz alta te hace parecer uno de esos sátiros que reparten la mirada por los probadores del Zara buscando encontrar un centímetro cuadrado de cualquier carne que no sea la de su mujer, pero créeme que los publicistas, psicólogos o quién diablos se encargue de estas cosas en el marketing, buscan precisamente eso, mostrar a la mujer en la intimidad de su baño para... bueno te lo pongo para que lo veas.
