No sabes cuánto me alegra verte otra vez por aquí, mi querido copiloto de ésta, nuestra veloz autopista de la información. Parece que últimamente internet está un poco desangelado, como si faltara algo, como si faltara yo, ya me entiendes. Bueno te cuento, el otro día me puse a buscar calzoncillos por internet a ver si encontraba alguna marca con el nivel necesario para guardar mis preciados cojones, y cuál fue mi sorpresa al encontrarme con esto:
Claro, yo que soy tímido, pudoroso y recatado, me sentí un poco violento, pero me picó la curiosidad y no pude evitar echar un vistazo a la trastienda.
Como sé que eres un vicioso y mi misión aquí es divertirte y no juzgarte, te mostraré el camino para que una vez dentro, tú decidas si te frotas un poco el pene o lo dejas estar. Yo tenía un amigo en los años 90 que siempre me contaba que todas las noches se tenía que hacer una paja aún sin querer, que había días que no tenía ganas porque tenía sueño pero era ver de refilón el típico banner donde se veía una tía en sujetador o en bragas y se la tenía que cascar sí o sí, era inevitable. Lo entiendo perfectamente y comparto su actuación como no podía ser de otra manera.