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2024-07-10

Noches de verano, otra vez (2024)

Supongo que cuando entras en fleshfly y ves un nuevo post online, te invade una sensación parecida a cuando un buen amigo se acuerda de ti y te manda un correo, te llama por teléfono o como hace años pasaba, te mandaba un sms. Digo supongo porque yo no tengo amigos y desconozco por completo esa sensación. Sólo recuerdo con agrado cuando a principios de siglo alguna lozana jubilosa me hacía una llamada perdida. Como recordarás, las llamadas perdidas se hacían para a) hacerte saber que se habían acordado de ti y b) querían que tú te acordaras de ella, lo que implicaba que también se habían acordado de ti. Ambas opciones desembocaban en la hinchazón temporal del aparato reproductor masculino, lo que en algunos libros de anatomía se conoce como pene. Pues si recuerdas esa ilusionante sensación, quiero que la asocies a entrar aquí y ver un nuevo post.

Ahora no me acuerdo de lo que venía a contarte... es que esta introducción me ha traído muchos recuerdos a la cabeza, es curioso porque recuerdo que por aquella época tenía bastantes teléfonos guardados en la SIM de tías que había conocido por internet. Como ya he contado en alguna ocasión, el proceso estaba mecanizado como una patente industrial. Abrías varios privados en el IRC a los nicks que te hacían sospechar que detrás había una mujer (es gracioso porque no siempre era así, y cuando tropezabas con un caballero, éste te lo hacía saber con educación y te deseaba suerte), no podías abrir muchos a la vez porque había una limitación temporal cuando tenías muchas conversaciones abiertas, sólo un porcentaje te respondía, de las cuales un porcentaje aún más pequeño te seguía la conversación, de las conversaciones fructíferas, otro pequeño porcentaje te agregaba al messenger y con el tiempo, otro porcentaje te daba su teléfono personal. Era un sistema de filtros perfecto.

Ni que decir tiene que cuando te daban el teléfono, era como tener el balón a dos metros de la línea de gol con el portero de rodillas en el punto de penalti, sólo tenías que empujarla, algo en apariencia sencillo que muchas veces también se fallaba, por qué no decirlo.

Lo que estoy pensando ahora es que por aquellos entonces, entre que no estaba muy extendido aún el uso del móvil y que no existían las redes sociales, lo normal era que el 50% de tu agenda fueran tías de internet. ¿Alguien tiene ahora teléfonos de gente que conoce por internet? Creo que es poco probable. Las redes sociales han creado una falsa sensación de unión, vínculos estériles que han absorbido a la familia, convirtiendo internet en un enjambre desordenado de vectores que se entrecruzan sin ningún tipo de fundamento. Políticos, famosos, influencers, cuñados y vecinos, todos ocultando sus vergüenzas, vendiéndote cursos de trading, dietas milagro o publicando sus vacaciones. Las tetas de una desvergonzada, scroll, tu prima la del pueblo brindando con sus amigas las gordas en una terracita de mierda, scroll, el político que te tiene engañado manipulando tu triste vida, scroll, un anuncio de comprensas, scroll, una maruja haciendo una pizza en la freidora de aire, y así una hora, otra hora, otra hora, y la gente que no despierta, y yo observándolo todo desde fuera, creyéndome que no soy miembro de esa ecuación del demonio que han diseñado los de siempre. Porque puede que tú y yo seamos ese escalar libre de coeficiente, pero no podemos hacer nada para salir de esta puta ecuación. Bueno, bueno, bueno, que me pierdo como siempre hablando de las redes sociales y tampoco es plan de darte la tabarra.

Espero que estés disfrutando del que puede ser el mes de julio más frío de los últimos 20 años. La tele no para de decir que hace un calor infernal cuando podemos decir que el verano está empezando ahora a mediados de julio. Si tienes tiempo y te apetece, puedes echarle una visual a Noches de verano, otra vez (2021) y Noches de verano (2020).

Me despido con esta imagen de un hombre y una mujer, posiblemente maridos en la vida real, comenzando el ritual de apareamiento normativo.

Chocho peludo bragas