Blog hecho a mano - No contiene trazas de IA
Puedes escribirme a fleshfly.com@gmail.com para lo que sea menester


2024-08-19

Hoy he cagado en El Corte Inglés

Te quiero contar ya lo que me ha pasado esta misma mañana porque no quiero que se me vayan olvidando los detalles. Sin paños calientes, hoy he cogido el autobús para ir al centro de Sevilla. Joder me da... no sé si vergüenza contarte esto, tú dirás que no es para tanto, es un autobús, lo cogen millones de personas al día por todo el mundo, ya, pero yo hacía años que no cogía un autobús entre otras cosas porque me da asco. Sé que dicho así suena como si yo me creyese mejor que los demás, y tienes razón, no es que me lo crea, es que lo soy, pero ese no es el caso, podría ser más pobre que una rata que seguiría dándome asco el autobús y también seguiría siendo mucho mejor que la mayoría, también te digo que hoy día ser mejor que la mayoría tampoco es muy complicado porque yo no sé qué coño está pasado pero el que no es subnormal es un auténtico gorrino. El dinero no tiene nada que ver en esto, ser mejor que los demás está en otra capa. Pero bueno déjame que te explique, a primera hora dejé el coche para que le hicieran la revisión periódica y en lugar de estar firmando papeles absurdos para llevarme un coche de sustitución para tres putas horas, lo que hice fue coger un autobús para irme al centro de Sevilla a dar un paseo.

Total que desayuno tranquilo media de aceite y jamón con una Coca-Cola Zero y me pongo como se dice aquí a dar un garbeo. Al poco me empezaron a entrar unos dolores de barriga inquietantes pero nada fuera de lo normal, así que continué mi rumbo a ninguna parte. Con la caminata los retortijones de barriga comenzaron a intensificarse así que pensé que El Corte Inglés, que lo tenía a un par de minutos, sería un sitio estupendo para soltar lastre. Lo que no contaba es que eran las 9:30 y ECI no abría hasta las diez. Así que digo, en vez de estar esperando en la Plaza del Duque cagándome como un mirlo, voy a alargar el paseo hasta El Corte Inglés de La Magdalena, pero claro llegué allí y aún faltaban 20 minutos para que abrieran.

Los siguientes 20 minutos fueron una completa distopía, empecé a sudar frío, mi andar comenzó a ser inconexo y no hacía otra cosa que cruzarme con gente muy rara, maricones con mucha pluma en pantalones muy cortos, latinas con culos enormes abriendo los negocios, un hombre se me acercó y me preguntó que por dónde estaba la calle Sierpes, además yo me conducía con esa sensación extraña que parece que todo el mundo te está mirando. Y yo cagándome más y más cada segundo que pasaba. Cuando abrieron ECI disimulé un poco viendo sartenes para no entrar directamente al baño, a la tercera sartén que vi me metí en los aseos que estaban aún sin estrenar y eché una buena pastela.

Me tomé mi tiempo, de fondo sonaba un hilo musical y el dolor de barriga empezó a remitir. Pero ahí no queda la cosa, escuché que entró otro fulano y se encerró en el váter de al lado, mientras yo me estaba lavando las manos escucho que el tío se pone a cagar en voz alta, el hijo de puta se puso a apretar como si estuviera en su casa, yo sé que soy un paranoico y puede que a veces imagine cosas que no son, pero hubo un momento en que no sabía si aquel cabrón estaba cagando o era un maricón que se la estaba pelando y era una especie de código dogging para partirse el culo allí mismo con otro de su misma especie. El caso es que yo salí de allí aterrado.

La gente que se sienta en las plazas del centro siempre me ha parecido muy extraña, una mezcla inquietante de viejos maricones y tarados mentales, supongo que si vives en una capital también pasará en tu ciudad. Tampoco quiero aburrirte con un análisis de todo lo que he visto pero se nos está quedando una España preciosa.